Una de mis pasiones es el Athletic, soy socio desde 1972, gracias a mi aita. Lo confieso, me gusta el Athletic y me gusta el fútbol desde siempre. Jugué hasta los 18 años en el equipo de La Salle y en el Deusto, y cuando terminé mi etapa juvenil, entrené a chavales de 5º de EGB, también en La Salle, y en Segunda Regional. Hasta dónde llegará mi pasión por el fútbol que me casé un sábado y al día siguiente teníamos partido, Salesianos de la Salle contra Karrantza. Pues allí estuve yo. Y estuve, gracias a la complicidad de Arantza.
Porque Arantza es el único y gran amor de mi vida. Es la que me sostiene en los momentos difíciles, la persona que aporta serenidad, equilibrio y seguridad a mi vida y a nuestra familia. A mis hijos les suelo decir que su Aita es trabajador y constante, sí, pero que la inteligente de la casa es Ama. Y es así, sin ninguna duda. Una gran mujer.